Nueva agresión con porteros de discoteca como protagonistas. Esta vez, ha ocurrido en Granada. La víctima, Mohamed El Atrach, de 28 años, asegura que los porteros le pidieron desalojar de la sala a un amigo que estaba borracho. Pero inmediatamente después y sin más palabras comenzaron a golpearle.
Mohamed, al que le faltan varios dientes y tiene moratones por toda la cara, ya ha denunciado al local y ahora está a la espera del juicio.
Mohamed, al que le faltan varios dientes y tiene moratones por toda la cara, ya ha denunciado al local y ahora está a la espera del juicio.
"Los porteros me pegaron hasta perder la conciencia y me dejaron allí tirado"
Un marroquí denuncia haber sufrido una paliza en el D'Cuadros de Plaza de Toros · Uno de los porteros lo niega y dice que sólo sacaron a su amigo porque molestaba a la clientela
Elena Llompart / Granada Actualizado 21.04.2009 - 01:00
El joven, de 28 años de edad, acudió ayer de nuevo al hospital, donde volverá el próximo lunes, para cuidar la evolución de sus heridas.
Tendrá que pasar mucho tiempo hasta que Mohammed pueda olvidar lo que le ocurrió el pasado viernes. Aún con el miedo en el cuerpo y la cara desfigurada y llena de contusiones, el joven marroquí de 28 años relata su historia en la puerta de Urgencias de Traumatología, donde regresó ayer para que le inyectaran calmantes y un antiinflamatorio.
El joven, de 28 años de edad, acudió ayer de nuevo al hospital, donde volverá el próximo lunes, para cuidar la evolución de sus heridas.
Tendrá que pasar mucho tiempo hasta que Mohammed pueda olvidar lo que le ocurrió el pasado viernes. Aún con el miedo en el cuerpo y la cara desfigurada y llena de contusiones, el joven marroquí de 28 años relata su historia en la puerta de Urgencias de Traumatología, donde regresó ayer para que le inyectaran calmantes y un antiinflamatorio.
"Un par de porteros me empujaron, me tiraron fuera del local , me dieron puñetazos hasta caerme en el suelo y me dejaron allí tirado e inconsciente. ¿Cómo se puede actuar así? Querían matarme ", afirma mientras se queja del dolor en la mandíbula y la boca.
Con varios partes médicos y dos denuncias policiales en la mano (la primera de ellas efectuada a las pocas horas de ocurrir los hechos y la segunda, más amplia, fue registrada el pasado domingo), el joven -con la cara aún desfigurada y lágrimas en los ojos- explica que los hechos ocurrieron alrededor de las 00: 30 horas en el pub D'Cuadros, ubicado en la Plaza de Toros. Junto a cuatro amigos, M. E. A. había estado cenando en otro local para celebrar su marcha a Francia, donde le había destinado la empresa para la que trabaja. Tras la cena, el grupo de amigos se animó a entrar al pub, donde se disponían a tomar "una copa rápida" porque todos tenían cosas que hacer al día siguiente.
Uno de sus acompañantes estaba "mareado" aunque "no hizo nada", "no molestó ni tocó a nadie" porque, además, "todos estábamos a nuestro rollo". El marroquí, el más joven del grupo, no bebió "nada de alcohol" y cree que por eso uno de los porteros se dirigió a él para pedirle que acompañara a su amigo hasta la puerta. "Sácalo a tomar aire", le dijo. Hasta este momento, la noche marchaba con total normalidad. Sin embargo, cuando el joven iba hacia la salida con su amigo, ocurrió lo peor que le podría pasar: "Me cogieron por detrás, justo en el pasillo de salida y nos golpearon. A mi amigo, que físicamente es muy pequeño, le pegaron en la nariz y a mi me cogieron entre dos, uno pegándome por detrás y otro por delante", asegura. Aunque, tras recibir "varios puñetazos en la cabeza" perdió el conocimiento y cayó al suelo, donde cree que también le golpearon, el joven recuerda con nitidez lo que ocurrió minutos antes: "un golpe en la nariz y otro atrás, en la cabeza, y luego otro en la boca...".
En ese momento, siempre según su relato, cayó al suelo, le tiraron fuera y le dejaron "solo". Así consta en la denuncia, donde afirma que "tras ser agredido y estar sangrando en la calle, los porteros y personal del establecimiento se introdujeron dentro sin prestarle ayuda ni solicitar una ambulancia para que fuera asistido". Y eso que uno de sus amigos "les pidió que llamara a urgencias, a la policía o a quien fuera".
Una vez que sus compañeros llamaron a la Policía Nacional, varios agentes acudieron al lugar de los hechos, donde identificaron a varias personas. Mientras tanto, M. E. A. fue llevado por uno de sus amigos a Urgencias de San Cecilio, donde -según el informe- llegó con "excoriación superficial en mandíbula izquierda", "edema en maxilar izquierdo", "pérdida de los dos incisivos superiores con herida contusa en labio inferior", entre otros problemas. Además, arrastraba una "infección en la boca" debido, según sostiene, a que pudieron pegarle "con algo metálico" o bien "con un anillo".
"Vinieron a por mi para matarme y no entiendo por qué. Tampoco puedo comprender cómo un propietario de un local se puede permitir tener a matones en la puerta", valora. Al respecto, precisa que "probablemente los porteros del pub no tenga autorización para ello", por lo que, bajo su punto de vista, "es necesario que en Granada se actúe como, por ejemplo, se está haciendo en Madrid", donde la comunidad examina a estas personas para ver si cumplen los requisitos necesarios. Precisamente, la Consejería de Gobernación de la Junta prevé tener lista antes del verano la modificación y ampliación del decreto que desarrollará en las ocho provincias el servicio de admisión de los locales de ocio. Será un decreto renovado que contemplará la impartición de módulos y la realización de un examen para los aspirantes a porteros, así como la obligación de poseer una acreditación que demuestre que se ha recibido esa formación.
Además, se exigirá que los porteros de discoteca sepan hablar y escribir en español para poder entenderse con la clientela.Por su parte, uno de los porteros del establecimiento negó de forma rotunda el relato de M. E. A. Según aseguró ayer a este periódico, unos clientes les avisaron de que "unos marroquíes estaban borrachos y empujaban a la gente", por lo que "un compañero sacó a la persona que estaba bebida". Es según asegura, "lo único que ocurrió", de forma que "no hubo ninguna agresión".